En este espacio encontrará cómo el Internet vino a cambiar el modo en que los usuarios de servicios tienen ahora una nueva herramienta para hacerse escuchar y cómo algunos prestadores de servicios también han hecho uso de la misma tecnología para responder a ese reto, así como todo sobre el ingreso de los nuevos miembros del Salón de la Fama, junto con la opinión de Cuarta y Diez sobre porqué Floyd Little, uno de los escogidos para este honor, no lo merece después de todo.
Siempre es tradicional que antes del arranque de la pretemporada, se dedique un tiempo para honrar a aquellos que luego de tener grandes carreras a nivel profesional, tienen los merecimientos para ingresar al recinto de los inmortales de Canton, Ohio, poblado que alberga al Salón de la Fama de la NFL, lugar que se vestirá de gala este próximo sábado 7 de agosto para una ceremonia más dónde los nuevos miembros darán sus discursos de aceptación de tan grande honor. Pero...
Salón de la Fama
...Este año y para sorpresa de muchos (incluido su seguro servidor) fue elegido al Salón de la Fama el corredor de los Broncos de Denver Floyd Little, quien jugó nueve años para este equipo, acumulando 6,323 yardas por carrera, 43 touchdowns por esta vía, más dos anotaciones gracias a sendos regresos de patada de despeje. Sí, sé que todos estos datos los pueden ustedes leer en otra publicación o medio, pero se los menciono sólo para que se den cuenta de que con estos números, parece ser que ya cualquier hijo de vecino puede ser considerado un "inmortal" de la NFL.
El problema de la elección de Floyd Little es que junto con él, estaba considerado dentro de la votación final el receptor abierto de los Raiders de Oakland/Los Ángeles Tim Brown, quien en 16 años jugó en 240 partidos, atrapando 1,070 pases para un acumulado de 14,734 yardas y 99 anotaciones, más tres anotaciones en regresos de patadas de despejes.
Por si eso no fuera poco, Brown ostenta siete récords de la NFL, más dos récords de manera compartida y en el fútbol colegial, jugando para Notre Dame, se convirtió en el primer receptor abierto en ganar el Trofeo Heisman. En cuanto a los Raiders, Brown dejó seis marcas a nivel del equipo.
Si los récords impuestos por un jugador es la medida para los electores del Salón de la Fama, Tim Brown merece este honor más que Little, quien no ostenta ninguna marca de la liga, aunque hay que reconocer que de 1968 a 1973, Little fue líder de la liga en yardas por tierra, pero ese es un logro menor comparado con lo hecho por Brown o por otros jugadores ya honrados en el Salón.
En cuanto a campeonatos, tanto Little como Brown jugaron en un Super Bowl cada uno, perdiendo en ambos casos, Denver ante los Vaqueros de Dallas y Raiders ante Bucaneros de Tampa Bay. Pero, hey! cuántos miembros del Salón de la Fama hay que ni siquiera ganaron un campeonato pero fueron extraordinarios jugadores en el emparrillado.
Little fue un buen jugador, si, pero no un fuera de serie jugando en un equipo mediocre, como le pasó a Tim Brown, quien gran parte de su carrera le tocó militar en un equipo de los Raiders mediocre, con excepción de sus años finales donde incluso llegó al Super Bowl, formando parte de una de las ofensivas más poderosas de la liga ese año que se enfrentaron a Tampa por el Trofeo Vince Lombardi.
Es por ello que considero que es injusta la entra de Little a Canton, Ohio, entrando quizás, con una de las mejores camadas de jugadores que hayan ingresado juntos al recinto de los inmortales.
Little fue un buen jugador, si, pero no un fuera de serie jugando en un equipo mediocre, como le pasó a Tim Brown, quien gran parte de su carrera le tocó militar en un equipo de los Raiders mediocre, con excepción de sus años finales donde incluso llegó al Super Bowl, formando parte de una de las ofensivas más poderosas de la liga ese año que se enfrentaron a Tampa por el Trofeo Vince Lombardi.
Es por ello que considero que es injusta la entra de Little a Canton, Ohio, entrando quizás, con una de las mejores camadas de jugadores que hayan ingresado juntos al recinto de los inmortales.
Internet, arma para los consumidores y defensa para los prestadores de servicios
En su edición de julio de este año, la revista Harvard Business Review, publica un estudio interesante sobre cómo el manejo de Internet a cobrado un nuevo uso para sus usuarios: El de quejarse de un servicio vía un blog, Twitter o FaceBook.
Como ejemplo se cita el caso del músico Dave Carroll, quien sufrió la rotura de su guitarra, luego de que los encargados del equipaje de la aerolínea United no tuvieran el cuidado necesario para manejar lo que se supone es su trabajo. United se negó a indemnizar a Carroll, por lo que el músico posteó en YouTube un vídeo llamado "United breaks guitars" (United quiebra guitarras) Desde que subió dicho vídeo, han sido ocho millones de personas quienes lo han visto.
Otro ejemplo citado por la revista es el de Heather Armstrong, quien es considerada como la mamá bloguera más popular en Estados Unidos, y quien sufrió la descompostura de su lavadora marca Maytag, pero la compañía la hizo pasar tales penurias por el pésimo servicio, que vía Twitter le pidió a sus seguidores en este medio (que son más de un millón) que no compraran productos de esta marca.
En tan sólo dos casos, estamos hablando de más de nueve millones de personas, que representan cientos de millones de dólares de perdidas para estas dos compañías si consideramos a esa cifra como potenciales usuarios
Este poder que da el Internet y sus accesorios (teléfonos celulares incluidos) es una herramienta poderosa que tienen los clientes para hacer llegar su queja más allá del comercio con el cual están molestos, pues esa inconformidad la transmiten a otros, quienes hacen suya la molestia y crea una desconfianza hacia el producto o comercio/prestador del servicio en cuestión.
Sería interesante realizar un estudio de esta clase en el país, donde está comprobado que en muchas ocasiones los clientes no encuentran una respuesta fácil y rápida en la Profeco, por lo que un modo de hacerse escuchar es justamente usando estas herramientas que en muchas ocasiones, se usan sólo con fines de diversión o para buscar emociones fuertes (FaceBook está siendo usada por abogados de Estados Unidos en casos de divorcios)
Imagine usted lo que sería que una persona molesta publicara en FaceBook, Twitter o alguna otra red social o en YouTube, una queja contra un mal servicio, no sólo estaría creando una animadversión contra ese comercio, sino que le haría perder al mismo a potenciales clientes, situación que en una época de crisis grandes compañías, comercios, bancos o prestadores de servicios no pueden darse el lujo de permitir.
Y es que en este sentido, opera a la inversa el lema de que "cualquier publicidad es buena".
Ante estos, algunos comercios en Estados Unidos están contraatacando con las mismas herramientas. La tienda Best Buy a puesto en marcha una servicio de atención a clientes que, valiéndose de la tecnología, le ofrece a sus consumidores con una queja, respuestas eficientes y rápidas que dejan satisfecho al cliente más exigente.
Poco a poco las empresas norteamericanas han reconocido el valor que tienen sus empleados de atención al cliente y le han proporcionado la confianza y las herramientas para que tomen las decisiones y medidas que le ayuden de manera inmediata al cliente, saltándose el burocrático proceso de mandar la solicitud a otro departamento o área, con el lógico tiempo de espera que esto requiere y que en muchas ocasiones no le soluciona nada al cliente y sí le crea más molestias.
Lo más relevante de todo esto, es que estas empresas están corriendo el riesgo de darle ese poder de decisión a sus empleados, aún cuando es un riesgo que implica que tal vez uno o dos de ellos hagan mal uso o uso personal de esas herramientas tecnológicas, sin embargo saben que a la larga el costo/beneficio será mayor que los daños que los pocos malos empleados puedan generar.
Además, se crea una situación de menos stress entre los empleados, quienes la mayoría de la veces son tan sólo el enlace entre cliente/comercio o prestador de servicio y son los que reciben los insultos y mal genio del cliente, sin tener realmente en sus manos la solución, pues esta pasa a otro departamento anónimo para el consumidor. Con el cambio, el empleado se convierte en el héroe (lea el artículo) ante los ojos del consumidor y en elemento clave de la empresa para la cual trabaja, pues su valor intrínseco aumenta, al pasar de ser un intermediario en una larga cadena para ser el eslabón clave en el mejoramiento de la relación comercial de su empresa.
Eso es lo plausible, el riesgo en si mismo de comenzar a valerse del Internet ya no como un medio de darse a conocer, sino como una fuerza de apoyo y satisfacción para darle a sus clientes un plus que terminará por
pagar sus dividendos al ser recomendados a otros clientes potenciales debido al excelente servicio recibido.
Lo más relevante de todo esto, es que estas empresas están corriendo el riesgo de darle ese poder de decisión a sus empleados, aún cuando es un riesgo que implica que tal vez uno o dos de ellos hagan mal uso o uso personal de esas herramientas tecnológicas, sin embargo saben que a la larga el costo/beneficio será mayor que los daños que los pocos malos empleados puedan generar.
Además, se crea una situación de menos stress entre los empleados, quienes la mayoría de la veces son tan sólo el enlace entre cliente/comercio o prestador de servicio y son los que reciben los insultos y mal genio del cliente, sin tener realmente en sus manos la solución, pues esta pasa a otro departamento anónimo para el consumidor. Con el cambio, el empleado se convierte en el héroe (lea el artículo) ante los ojos del consumidor y en elemento clave de la empresa para la cual trabaja, pues su valor intrínseco aumenta, al pasar de ser un intermediario en una larga cadena para ser el eslabón clave en el mejoramiento de la relación comercial de su empresa.
Eso es lo plausible, el riesgo en si mismo de comenzar a valerse del Internet ya no como un medio de darse a conocer, sino como una fuerza de apoyo y satisfacción para darle a sus clientes un plus que terminará por
pagar sus dividendos al ser recomendados a otros clientes potenciales debido al excelente servicio recibido.
Si usted conoce alguna dependencia gubernamental o del sector privado que opere de manera similar o ha tenido una experiencia de este tipo, envie un mail al correo cuartaydiez@gmail.com para que la compartamos con los lectores de este espacio, además de que se recomienda la lectura del artículo completo de la revista Harvard Business Review.
Los nuevos integrantes del Salón de la Fama
Fuera del caso del Little, los demás seis nuevos miembros del Salón de la Fama, tienen los merecimientos para llegar ahí y destacan sobre manera los casos de Jerry Rice y Emmith Smith, quienes tuvieron ilustres carreras que de manera combinada sumaron seis anillos de campeones de Super Bowl.
Iniciemos con el caso de Jerry Rice, de quien las palabras se quedan cortas ante la extraordinaria carrera que tuvo este receptor abierto en la NFL. Simplemente mencionemos que en 20 temporadas jugó en 303 partidos, de 1985 al 2000 con los 49ers de San Francisco, luego se fue a los Raiders de Oakland a dar cátedra por cuatro años más (2001-04) y culminó su carrera en los Halcones Marinos de Seattle en el 2004.
En total tuvo once temporadas consecutivas atrapando pases para 1,000 o más yardas, además de poseer casi todas las marcas de la NFL en la categoría de pases atrapados, con un total de 1,549 recepciones en 20 años y con 22,895 yardas, 14 temporadas con 1,000 o más yardas en recepciones, 208 pases atrapados para anotación.
Jugó en cuatro Super Bowls, ganando tres con los 49ers de San Francisco, siendo nombrado en la edición XXIII como el Jugador Más Valioso del partido. Con los Raiders de Oakland fue con el único equipo que perdió el Super Bowl.
Emmitt Smith por su lado fue uno de los llamados triates de los Vaqueros de Dallas de la década de los noventa (los otros dos son Troy Aikman y Michael Irvin, ambos también ya en el Salón de la Fama) Smith jugó por 15 años en la NFL, de 1990 al 2002 con los Vaqueros y en el 2002-03 con los Cardenales de Arizona. Un poderoso corredor que lo mismo era peligroso en espacios abiertos que buscando los huecos a la mitad de la línea de golpeo, Smith ganó con los Vaqueros tres Super Bowls , donde en la edición XXVIII fue nombrado el Jugador Más Valioso del partido y terminó su carrera profesional con un total de 18,355 yardas por carrera, 164 anotaciones por la vía terrestre, además de 515 recepciones para 3,224 yardas y 11 anotaciones. Luego de la temporada de 1993 fue nombrado como el Jugador Más Valioso de la NFL.
Durante 11 temporadas consecutivas alcanzó la marca de 1,000 o más yardas por carrera, llegando esta racha a su fin en la temporada del 2002 cuando se quedó a tan sólo 25 yardas de llegar a las 1,000 yardas corriendo.
Los demás nuevos integrantes son:
Russ Grimm, guardia y quien jugó para los Pieles Rojas de Washington de 1981 a 1991, participando en 140 partidos y ganando tres anillos de Super Bowl con Washington en las ediciones XVII, XXII y XXVI. Grimm formó parte de la famosa línea ofensiva de los Pieles Rojas apodada "Los Cerdos", convirtiendo al juego terrestre de Washington en uno de los más temidos de la NFL, al abrir los huecos para el famoso corredor John Riggins.
Russ Grimm, guardia y quien jugó para los Pieles Rojas de Washington de 1981 a 1991, participando en 140 partidos y ganando tres anillos de Super Bowl con Washington en las ediciones XVII, XXII y XXVI. Grimm formó parte de la famosa línea ofensiva de los Pieles Rojas apodada "Los Cerdos", convirtiendo al juego terrestre de Washington en uno de los más temidos de la NFL, al abrir los huecos para el famoso corredor John Riggins.
Rickey Jackson, apoyador que jugó para los Santos de Nueva Orleans de 1981 a 1993 y terminó su carrera con los 49ers de San Francisco de 1994 a 1995. Jugó en 222 partidos y 120 capturas de mariscal de campo y 8 pases interceptados y en los últimos siete años que jugó para los Santos, estos nunca terminaron con marca menor al .500 de porcentaje de ganados.
John Randle, fiero tackle defensivo que jugó para los Vikingos de Minnesota de 1990 al 2000 y con los Halcones Marinos de Seattle del 2001 al 2003. Participó en un total de 219 juegos, totalizando 137.5 capturas de quarterback; de 1992 al 99, Randle tuvo una racha de al menos 10 capturas por año.
Dick LeBeau, todo un genio de las defensivas, no ingresa al Salón de la Fama como entrenador, sino como jugador. LeBeau fue esquinero de los Leones de Detroit de 1959 a 1972, dejando la marca de la NFL de más partidos consecutivos jugados como titular para esta posición, con un total de 171 juegos. En 14 temporadas vio acción en 185 juegos, interceptando 62 pases que devolvió para 762 yardas y tres anotaciones, siendo la más larga devolución de intercepción de 70 yardas para un touchdown contra los Carneros de Los Ángeles en 1963.
Luego de terminar su carrera profesional como jugador, se dedicó a ser entrenador asistente a la defensiva.
Luego de la temporada del 2009, LeBeau ha acumulado un total de 37 años como coach asistente, es decir, de sus 73 años de vida, contando sus años de jugador y como coach, en 51 años se ha ganado la vida dentro de la NFL, ese es todo un récord por si mismo.
Si usted cuenta con el canal de la NFL (NFL Network) en su sistema local de cable, podrá ver en vivo el ingreso al Salón de la Fama a partir de las seis de la tarde, hora del centro de México este sábado 7 de agosto.
Para el próximo espacio de Cuarta y Diez, más sobre el fin de semana del Salón de la Fama, los partidos de la primera semana de pretemporada y noticias de la NFL.
Quejas, sugerencias, comentarios y críticas al correo cuartaydiez@gmail.com
que tal mike me te felicito por este espacio, me agradaria que me pudieras dar datos de mi equipo favorito MIAMI,aprovecho para mandarte un cordial saludo att paulino
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